ORIGEN: Palabra profética de 45 minutos dada en febrero de 1983 "Sueña, porque los sueños son el lenguaje de mi Espíritu. La iglesia que tú pastorearás será tan numerosa como las estrellas del cielo o como la arena del mar, que de multitud, no se podrá contar"
"Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición" Génesis 12: 2
La Visión: Ganar almas y hacer discípulos en Colombia y el mundo a través del sistema celular y el modelo de los doce.
Objetivo: Hacer de cada creyente un líder mediante la aplicación de un proceso estratégico que facilita la multiplicación sólida y acelerada.
Proceso Estratégico: Escalera del éxito. Cuatro etapas esenciales por las cuales pasa cada creyente y que garantizan su posicionamiento como líder hasta convertirse en un agente multiplicador aplicando esos mismos pasos en otras personas. Estos pasos son: Ganar, Consolidar, Discipular, Enviar.
1. Ganar: Etapa de evangelismo que se concreta mediante el llamado en cada reunión congregacional, en el contacto personal y/o en las reuniones celulares.
"Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén" (Mateo 28: 18-20)
Jesús nos pidió ganar a todas las naciones para El. El éxito de la visión depende de que cada persona involucrada se haga experta en el proceso de ganar a otros compartiendo el mensaje de Cristo y luchando por alcanzar las almas a quienes se les está ofreciendo la mejor opción para su vida.
Todo aquel que recibió la salvación sin que le costara nada, debe dedicarse a compartirla con otros. Todos estamos llamados a luchar por la salvación de una vida.
El proceso de ganar implica compartir el evangelio con otros: amigos, familiares, conocidos circunstanciales, etc., Lo hacemos hablando de nuestra propia experiencia con el Señor y de cómo El, por amor, envío a su Hijo Jesucristo para salvarnos. Cada vez que compartimos el mensaje debemos procurar que la persona entregue a su vida a Jesús, lo cual se concreta guiándole en la oración del penitente e invitándole a una de nuestras reuniones. También ganamos a otros que han sido invitados a las reuniones y todas ellas finalizan invitando a los nuevos a repetir la oración. No hay reunión en que este proceso no se realice ya que es el primer paso para obtener la victoria en la aplicación de la Escalera del Éxito. En las células se aplica el mismo proceso con aquellos que han sido invitados a la reunión semanal y llegan por primera vez. La visión ofrece múltiples oportunidades para ganar almas para Cristo.
Modelo de oración del penitente (oración de entrega): "Señor Jesús, hoy reconozco que soy pecador, pero estoy arrepentido, perdóname por todos mis pecados y límpiame de toda maldad. Yo acepto el sacrificio tuyo por mi vida, en la cruz del Calvario. Escribe mi nombre en el Libro de la Vida, y no lo borres jamás. Gracias Jesús. Amén". (ilustración)
2. Consolidar: (Conservar el fruto- Cerrar la puerta de atrás) Consiste en el cuidado que se debe brindar al recién convertido. El Señor nos demanda atender adecuadamente a cada persona que nos ha confiado. Para un cuidado efectivo del nuevo estamos preparados para cuidar a doce personas, tal como lo hizo Jesús. La Consolidación culmina cuando la persona ha asistido a un Encuentro con Jesús.
El éxito en el proceso de consolidación está fundamentado en el amor que se le brinda al nuevo creyente tan pronto llega a la congregación o a la célula. Cualquier actitud de rechazo puede causar heridas en su ser. Este amor se concreta la protección, la confianza y la seguridad que se le otorgan al nuevo haciéndolo sentir como en su propio hogar.
Una vez el nuevo hace la oración de entrega al Señor, el consolidador o líder de célula debe realizar lo siguiente:
Verificación de la entrega. (Hechos 2:41) Es cuando se ayuda al nuevo creyente a vencer sus prejuicios y a reafirmar su decisión por Cristo. Se realiza en el salón destinado para ello, minutos después de la entrega de la persona en el altar. Los propósitos de esta etapa son: mostrar el amor de Dios a cada persona, asegurar que le reciban y entiendan que Cristo mora en su corazón, conocer sus necesidades y mostrarles que Cristo puede suplirlas. Esta etapa se concreta llenando la tarjeta de consolidación. Un consolidador no debe encargarse de más de cuatro personas en este proceso, y tomar sus datos personales para mantener contacto con el nuevo, como su teléfono, dirección y petición, entre otros.Fonovisita: Llamada telefónica que debe ser preparada en oración, buscando el sitio apropiado y planificando el tiempo, y a través de la cual manifestamos nuestro interés por el estado de la persona, y lo significativo que ha sido para la iglesia el haber contado con su presencia en la reunión, se le habla también de la petición que hizo se le indica que se ha estado orando por su necesidad. Esto hace que la persona se sienta bien porque es tenida en cuenta. La fonovisita debe culminar dejando la puerta abierta para una visita.
La realización de la llamada debe hacerse dentro de las 48 horas siguientes a la conversión del nuevo.
Visita: (Mateo 8:14,15) Es el primer contacto personal que se hace con el nuevo luego de su conversión. Esta visita debe realizarse a más tardar en la semana siguiente a la conversión. Esta visita cumple con los siguientes propósitos: conocer la impresión del nuevo acerca de la reunión en la que participó, descubrir sus necesidades y ministrar con la guía del Espíritu Santo, lograr su vinculación a una célula y motivarla a participar del pre-encuentro y el encuentro.
La visita también permite conocer al resto de la familia y procurar que ella sea alcanzada para Cristo
Ubicación en una célula. Después de este proceso, el consolidador deberá ubicar a la persona en una CELULA, al interior de la cual inicia el fortalecimiento de su vida cristiana y el Pre-encuentro
Pre-encuentro. Es la etapa de preparación para el Encuentro donde se orienta a la persona sobre temas que serán vistos y ministrados durante el encuentro. Esto facilita la disposición del nuevo y, por consiguiente, garantiza buenos resultados durante el encuentro. Esta etapa está conformada por cuatro conferencias: Seguridad de la salvación, conociendo el poder de la oración, descubriendo el poder de las Escrituras y Principios de liberación.
Encuentro. Es el retiro espiritual al que es llevado todo aquel que ha participado del pre-encuentro. Por espacio de tres días la persona es apartada de su rutina para que reafirme su encuentro personal con Jesucristo. En este tiempo, el nuevo creyente es ministrado de manera individual en torno a cinco áreas básicas:
• Seguridad de la salvación. Es la verdadera conversión porque aquí la persona sí llora su pecado y tiene un arrepentimiento genuino.
• Sanidad interior. La persona es ministrada para que supere todos los traumas que pudo haber vivido durante la niñez y la adolescencia. Es aplicar el perdón como medicina a las heridas del alma.
• Liberación. En esta etapa se rompen maldiciones generacionales, maldiciones que pudieron entrar durante la niñez, o las que se recibieron por pecados cometidos deliberadamente, o por prácticas de ocultismo, etcétera.
• Llenura del Espíritu Santo. Todo aquel que adquiere la seguridad de la salvación debe ser lleno del Espíritu Santo porque El pasa a cubrir todo vacío que la persona pudiera tener.
• Enseñanza de la visión. El tiempo del encuentro es uno de los mejores momentos para que los nuevos creyentes empiecen a enamorarse de la visión de la iglesia y decidan comprometerse con ella.
3. Discipular: (Lucas 14:25-33) Es el proceso de capacitación y formación del nuevo creyente luego que ha sido consolidado.
Post-encuentro. Etapa en que la persona que ha asistido al encuentro es orientada con temas específicos que le ayudan a cuidar su liberación con estrategias para contrarrestar los ataques (tentaciones) del enemigo, que tienden a presentarse al regreso del encuentro. Una de las conferencias fundamentales es cómo enfrentar al mundo ahora que experimenta una nueva vida.
Escuela de Líderes. Es el programa institucional mediante el cual se preparan los creyentes recibiendo los principios fundamentales de la vida cristiana y de la visión de la iglesia, con los cuales se convertirá en un nuevo líder preparado para la multiplicación.
La formación básica se realiza a lo largo de tres niveles de capacitación, en los que se ven materias como seminario y doctrina, además de iglecrecimiento y principios de liderazgo asociados a la visión.
A través de la Escuela de Líderes se procura:
• Que los estudiantes conozcan el fundamento de la vida cristiana y lo experimenten en su vida.
• Conozcan la Visión a detalle y cómo desarrollarla a través de su propia célula.
• Descubrir su potencial de liderazgo y desarrollarlo.
4. Enviar. La intención de hacer un discípulo es enviarlo. Cuando alguien estudia una carrera es para aplicarla, de igual modo, la formación de un discípulo implica reproducir el carácter de Cristo en él, para que éste se encargue de reproducirlo en otros. Cada quien debe tener en el corazón el deseo de alcanzar a otros para Cristo. Esta es una labor que Dios no le delegó a los ángeles, sino a los hombres.
No se necesita ser un teólogo para proclamar la verdad de Jesús, la mujer samaritana no sabía nada de teología, pero dijo: "Conocí a un hombre que me dijo todo lo que yo era ¿será este el Cristo?", y con esto ganó a toda la ciudad de Samaria para el Señor.
Todo aquel que pasa por los pasos anteriores debe quedar listo y dispuesto para ser enviado a compartir la experiencia de lo que Jesús ha hecho en su vida, y esto atraerá a otros a los pies de Cristo. En la etapa de enviar, el Señor nos equipa para ir a conquistar las naciones.
Desarrollo de la Visión por Grupos Homogéneos
Para obtener un sólido resultado de crecimiento tanto espiritual como numérico, la visión, y cada uno de los pasos que integran su proceso, se desarrolla mediante GRUPOS HOMOGENEOS, es decir, grupos de personas agrupadas por intereses comunes, en busca de los mismos objetivos, y con la tendencia a satisfacer las mismas necesidades, pero procurando siempre desarrollar la visión de la iglesia.
Los grupos homogéneos permiten la ubicación estratégica de las personas, en un ámbito que facilita su edificación espiritual y su multiplicación numérica y, por consiguiente, garantizan el crecimiento armónico y acelerado.
Los grupos homogéneos que desarrollan la visión son: hombres, mujeres, parejas, jóvenes y niños. El trabajo de multiplicación se realiza de tal modo que un hombre gana a otro hombre, una mujer a otra mujer, una pareja a otra pareja, un joven a otro joven, y un niño a otro niño.
Ningún pastor, líder o iglesia que aspire desarrollar la visión, puede desaprovechar las ventajas de este sistema. En resumen, todos están involucrados en un grupo homogéneo, pero implementando la misma visión.